"Recuerdo el día, el hermoso día,
en que creamos este universo.
Con sonrisas, con esperanzas,
con buenos deseos.
Hicimos un pacto de sangre de no violar las leyes.
El lo traicionó.
Al principio hicimos un mundo de barro.
Creamos plantas, animales.
Nada que tuviera consciencia.
Y disfrutamos viéndolos crecer, vivir.
Pero no era suficiente para El.
Y tras la Caída hizo al hombre.
Necesitaba oír a alguien que le adorase,
que le diese poder,
alguien a quién contar sus historias,
sus mentiras.
Y después los abandonó.
Cuando se cansó de ellos les dejó en "libertad",
con sus problemas,
con sus miedos,
con sus creencias.
Les dijo que yo era el culpable de sus desdichas,
y yo no podía hablar.
Se fue y los olvidó, así de simple.
Buscó a otros que le adorasen con más fuerzas,
que le diesen más tributos, más sacrificios.
Ahora crea mundos en un segundo,
y al momento siguiente los destruye,
borrándolos para siempre,
arrancándoles su historia, su corta historia.
Y no puedo hacer nada."